Un rostro serio y apagado habla de la ausencia de alegría en el interior, mientras que la sonrisa natural, las risas espontáneas y un rosto luminoso muestran la vitalidad, alborozo, animación, entusiasmo, felicidad, contento, júbilo, gozo y regocijo del corazón.
De manera inconsciente e involuntaria, todos cargamos -en mayor o menor medida- con un bagaje invisible. Son los golpes, las caídas y las heridas emocionales (traumas) que no pudimos digerir en su momento -ni deseamos soltar porque seguimos aferrándonos a ellas-, y que terminamos escondiéndolas por aquello de que “ojos que no ven, corazón que no siente”.
Las encerramos en el armario (cinturón energético alrededor del abdomen conocido como Dai Mai) para lidiar con ellas más tarde, hasta que las olvidamos -o nos convencemos de que las hemos olvidado-, guardadas en sus valiosos cofres, y camufladas de preciosas madejas de hilos de colores con las que tejemos, hilamos o bordamos los patrones ocultos de nuestra personalidad.

En la película mexicana Como agua para chocolate del director Alfonso Arau (1992), basado en el libro homónimo de la escritora Laura Esquivel, usan el refrán popular “arrastrando la cobija” para ilustrar poéticamente la extensión (duración en el tiempo) y la magnitud (profundidad) de la tristeza de Tita, el personaje principal, en su historia de amor con Pedro.
«La primera verdad, que enseñó Buda a sus discípulos, es que el sufrimiento es parte de la condición humana. Si simplemente tratamos de evitar enfrentar experiencias dolorosas, no hay forma de comenzar el proceso de curación. De hecho, esta negación origina las mismas condiciones que promueven y prolongan el sufrimiento innecesario».
— Peter Levine (Somatic Experiencing®)
Aunque nos olvidemos de ellas a nivel consciente, nuestro cuerpo no lo hace. Todo lo contrario. En virtud de esas memorias implícitas albergadas, se amolda manifestándolas temporalmente en un gesto, o indefinidamente como un hábito, una postura, un destino; adapta su biomecánica a nivel funcional para compensar las cicatrices, los excesos, las debilidades, los estancamientos, las carencias, el dolor o los requerimientos externos para salir adelante -primero como patrones neuromusculares y después a nivel más profundo en la fascia-, pero también, como una manera de susurrarnos -y a veces hasta de gritarnos- “algo” para que le hagamos caso.

“El cuerpo sabe lo que la mente aún no se ha dado cuenta”
Y como dice la afirmación anterior de António Damásio (especialista en neurociencia corporal y asesor de las compañías tecnológicas de Sylicon Valley), sin darnos cuenta, inclinamos el torso hacia un costado, inmovilizamos ligeramente un brazo, subimos los hombros, inclinamos la cabeza hacia un lado, extendemos el cuello hacia adelante, caminamos encorvados y mirando al piso, nos paramos cargando el peso en una pierna, etc.
Los movimientos se realizan de forma inconsciente a partir de esas relaciones internas desarrolladas por las posturas compensatorias, porque el cuerpo no miente, y expresa todo lo que la persona es incapaz de decir, ver, reconocer y exteriorizar de manera consciente. Tal vez, porque con el paso del tiempo, nos acostumbramos a ellas. Estamos tan familiarizados que dejamos de verlas y sentirlas. Inclusive, nos aferrarnos a ellas para reafirmarnos.
Todas las alteraciones, por muy pequeñas que sean, modifican la alineación de la estructura de nuestro cuerpo y nuestra percepción, sobre todo la propiocepción, generando una huella dinámica de movimiento que repercute también en nuestra postura vital, ya que ambas (la corporal y la psicológica-emocional) se retroalimentan.
Exterocepción:
información del mundo exterior recibida a través de los sentidos: vista, oído, tacto, gusto.
El cerebro prioriza las otras dos sobre la exterocepción. Los estudios de Oliver Sacks pueden resultarles interesantes.
Interocepción:
sensaciones internas del cuerpo como mariposas en el estómago, escalofríos, piel de gallina, sofocos, sed, frío, ganas de ir al baño, hambre, etc. Influyen en la toma de decisiones.
Propiocepción:
postura corporal e influye en el autoestima, la memoria, la atención, los estados de ánimo, la detección de errores, la toma de decisiones, los mecanismos de estrategia, el reconocimiento, la creatividad, la verbalización, etc. Se localiza en la Ínsula y juega un papel directo en las emociones y los sentimientos al estar relacionada con el sistema límbico, es decir, con la experiencia subjetiva emocional y su representación en el cuerpo.
Nazareth Castellanos. Vídeos: Un cuerpo feliz y Postura y cerebro, Chikung
Si no se resuelven y se liberan, eventualmente se manifiestan como patologías, trastornos anatómicos y fisiológicos de los tejidos y los órganos enfermos. Se somatizan. Se filtran poco a poco hasta que la presión es tan grande que se desbordan, igual que un río que termina rompiendo el dique de contención, arrollando todo a su paso. A mayor cantidad de agua, mayor devastación. Esto se debe a que «la materia se mueve por la energía que se despliega en el espacio con el tiempo», tal y como nos recuerda el doctor Thomas Myers (terapeuta manual y especialista en el sistema de la fascia) para explicar las diferentes formas de tratarlas una vez que emergen.

“La materia se mueve por la energía que se despliega en el espacio con el tiempo.”
La Medicina de la Materia: la más dominante en nuestros días, busca modificarla bioquímicamente a través de la introducción y circulación de sustancias en el cuerpo: alimentación, hierbas y medicinas (drogas).
La Medicina de la Energía tiene como finalidad el flujo de la energía o ‘fuerza de acción’ para trabajar, surgir, transformar y ponerla en movimiento (acupuntura, Reiki, qigong y artes marciales), y por lo tanto, escanea los bloqueos y desequilibrios para armonizarla.
La Medicina del Tiempo que usan los chamanes, psicólogos y otras disciplinas similares, se propone traerte al momento presente –al aquí y al ahora– de la filosofía budista- para que dejes de estar moldeado por los traumas del pasado (integración de una experiencia traumática) o por la ansiedad de un futuro incierto.
La Medicina Espacial que se preocupa por cómo nos desenvolvemos en el espacio, cómo nos desarrollamos y fluimos en el mundo, o cómo moldeamos y somos moldeamos por nuestras circunstancias y convicciones, y por lo tanto, cura a través de la reorganización del cuerpo en el espacio (osteopatía, Pilates, Yoga, Rolfing, Técnica Alexander, Gyrotonic, Zoga, Qigong, Artes Marciales, Artes escénicas e interpretativas).
Dr. Thomas Myers, autor del libro “Anatomy Trains: Meridianos Myofasciales para terapistas manuales y de movimiento”. Artículo completo en inglés.
La clara fragmentación y separación que apreciamos en los múltiples enfoques de la medicina, dista mucho de la manera interrelacionada e interdependiente en la que funciona el cuerpo humano.
La interconexión del eje intestinos-corazón-cerebro, los tres centros neuronales del cuerpo, está presente en la Teoría Polivagal del doctor Stephen Porges. El doctor Thomas Myers también lo usa en el esquema para diferenciar la Inteligencia Cognitiva o racional (IQ), la Inteligencia Emocional (EQ) y la Inteligencia Física (KQ), pero existe desde hace miles de años en la medicina oriental. Un ejemplo es el Sanjiao o Triple Calentador formado por los centros energéticos Dantian (Inferior, Medio y Superior), imprescindibles para la práctica de las artes marciales y la meditación.
“El corazón tiene razones que la razón no entiende”.
Pascal

Para las tradiciones budistas tántricas, yóguicas, hinduistas y del shaktismo, el corazón, Anahata, también es el centro de los siete chakras, el «puente» que enlaza los dos niveles básicos de la existencia (terrenal y celestial), y lo representan como una flor de loto abierta de doce pétalos.
Sin embargo, para la Medicina Tradicional China (TCM), el Corazón es el Emperador o el Rey de todos los órganos –y la conexión con el espíritu-, lo que significa que todos los otros órganos se sacrificarán y darán su energía para ayudar a mantener el corazón en equilibrio.

El canal o meridiano de energía del corazón (TCM), fluye en tres direcciones simultáneamente. A grandes rasgos, primero circula a nivel interno (color azul). Inicia rodeando el corazón, desciende para conectar con su par Yang -el Intestino Delgado-, sube por la garganta hacia el rostro (comisuras de la boca, mejillas y ojos), y finalmente se expande por el pecho hacia los costados antes de salir (línea roja) por la axila y bajar por la parte interna -cara anteromedial- de los bazos y terminar su recorrido en el dedo pequeño. De ahí que inconscientemente asociemos la alegría del corazón con los brazos extendidos, las risas, los ojos brillantes, las mejillas rozagantes y el rostro sonriente; y el amor con el abrazo, el beso, la caricia y el tomarse de las manos.
“La verdadera salud cardiovascular no consiste solo en aptitud física, sino en la profunda satisfacción con la vida y el destino de uno. La felicidad y el amor a menudo se asocian con el corazón y representan un estado de paz serena. El estrés o la falta de autoexpresión pueden afectar directamente la función de este órgano”. Fuente tcmworld.org
Me llama mucho la atención la idea que tienen en la medicina oriental de «puentes», “puertas” y “llaves” (punto de acceso al canal energético). Quizá -como me sugirió Esther Fernández-Mostaza mientras caminábamos por el bosque-, tiene que ver con el mismo funcionamiento del corazón que bombea –abriendo y cerrando, contrayendo y expandiendo– para circular la sangre por todo el cuerpo, como lo demuestra Gil Hedley con La Danza del Corazón, una secuencia de movimientos diseñada para mostrar, de manera kinestésica (cinestésica), el flujo de la sangre a través del centro del corazón.
En el libro Su Wen (o Cuestiones Simples, capítulo 6) del Huang Di Nei Jing (o Clásico de lo Interno del Emperador Amarillo, una recopilación de escritos médicos que data del 2600 aC. ), se habla de los canales que se abren hacia el exterior (abertura), los que se cierran hacia el interior (la hoja de la puerta) y los que son el pivote (bisagra) para explicar los seis planos energéticos.
«Un hombre estará aprisionado en una habitación con una puerta abierta que se abre hacia adentro; siempre y cuando no se le ocurra tirar en lugar de empujar».
Ludwig Wittgenstein

Puertas Energéticas Principales
- Wei Lu, la Puerta Baja (área del sacro). La puerta de la esencia. Al abrirse, fluye la energía Yang.
- Jia Ji, la Puerta Media, o también llamada Shen Dao “el camino espiritual” (11TM). Es la puerta de la energía o Qi, y al abrirse completamente, conecta el flujo entre las tres puertas baja y superior.
- Yu Zhen, la Puerta Superior, es la del Espíritu, de la expansión de nuestra conciencia.

Puertas de de la energía Yang (Vaso Gobernador, DU o GV)
- DU 4: Ming Men, La Puerta de la Vitalidad o de la Vida, el Palacio de la Esencia o la Capital de Jade (algo hermoso). Es el punto de acceso a la esencia. “Ming” significa Destino por lo que contiene nuestra fuerza de voluntad para emprender nuestra búsqueda, perseguir la vida que deseamos y cumplir nuestro destino.
- DU 15: Ya Men, la Puerta del Mudo, la Puerta del Mutismo. Estimula el habla, clarifica la mente y ayuda a que la persona se exprese por sí mismo ya que conecta con la raíz de la lengua (voz).
- DU 17: Nao Hu, La Puerta del Cerebro o Puerta Interior del Cerebro.

Puertas de la energía Yin (Vaso de la Concepción, REN o CV)
- REN 4: Guan Yuan, la Puerta del Origen, el Portón del Qi Original, el Paso Original. Lugar en donde el Ming Men/La Puerta de la Vitalidad cocina la esencia y crea el origen del Qi.
- REN 5: Shi Men, la Puerta de Piedra, el Portón de Piedra y alude al bloqueo que impide usar nuestra habilidad para transformar la esencia en energía (Qi).
- REN 8: Shen Que, la Puerta del Espíritu. Que simboliza un espacio vacío y funciona para nutrir el fetus, pero también asiste en la transformación de la esencia en Qi.
- REN 14: Ju Que, la Gran Puerta del Palacio de los Sentimientos, la Gran Barrera o la Gran Puerta de la Torre (Great Tower Gate). Es la entrada al corazón y a nuestro espíritu. Con este punto se tratan sus condiciones, especialmente las emocionales. Además, es la puerta a nuestro espíritu.
Recuerdo el portón principal de la casa antigua de estilo colonial de mi abuela -uno enorme y muy pesado hecho de madera de caoba con su reja de hierro forjado muy bonita- y suelo imaginarme al corazón como si fuera uno esférico con cinco partes o ventanas diferentes en lugar de tres. Cada una, con sus cerrojos y llaves individuales de los Cinco Elementos 五行 (metal, agua, madera, fuego y tierra). De manera que es posible tener una parte de la puerta abierta y otras cerradas -incluso aseguradas con candados- para mantener la separación y permanecer resguardados -y protegidos- en el interior de nuestra morada. Y si bien es cierto que al estar entreabierta permite la interacción y el paso, debemos maniobrar y hacer piruetas para pasar por debajo, por encima o a través de ella.
Sin embargo, cuando la puerta del corazón está completamente abierta, se convierte en un umbral de luz majestuoso que favorece la interacción fluida de corazón a corazón.
A las personas que han desarrollado esta capacidad especial de conexión las ha llamado Super Correguladores (Super Coregulators) el doctor Stephen Porges (Polyvagal Theory) porque conectan a un nivel muy profundo, y hacen que quienes están ante su presencia, se abran y se sientan muy bien, en paz, a salvo, seguros y relajados. Irradian luz. Y esa calidez y serenidad que emiten con su mera presencia crea espacio para los otros, a quienes conecta también con su energía espiritual invisible. Personas únicas que han trascendido a su tiempo y que continúan inspirándonos, como Jesús de Nazareth, Buda y San Francisco de Asís, o bien, familiares, amigos y desconocidos con las que afortunadamente nos cruzamos en la vida y nos cambian para siempre.
“Abre el corazón y sonríe”.
Es una frase corta que se dice rápido, pero que debido a nuestra naturaleza humana dada a buscar la seguridad y evitar las situaciones vulnerables, requiere disolver y quitar cualquier candado que cierre, limite o impida la conexión interna-externa, arriba-abajo, visible e invisible, y así descorrer el pestillo, levantar la aldaba y empujar la puerta para atravesar el umbral hacia la apertura, la interacción, la confianza y la unión.
Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Jesús de Nazareth
Es por ese motivo que el Maestro Liu Deming enfatiza en la importancia de aprender el «Arte Interno de Crear Movimiento», para comenzar el proceso de transformación personal “abriendo” los canales energéticos del cuerpo; abrir para reconocer, limpiar y eliminar los bloqueos internos existentes, con el fin de “crear espacio vacío” en el que albergar -nueva y más- vida.

Es como limpiar una casa -nos explica- después de mucho tiempo abandonada para habitarla de nuevo. Empezamos por abrir las puertas para entrar en ella. Después, abrimos las ventanas para iluminar el interior y dejar pasar el aire puro del exterior, pero también necesitamos sacar lo inservible y lo que bloquea el paso, lubricar las bisagras, reparar los daños y limpiar a fondo antes de introducir lo nuevo y embellecer el espacio para vivir y disfrutar de él.
Lo mismo sucede con el cuerpo.
Resulta muy difícil integrarlo armónicamente, y conectarlo con todas las dimensiones y aspectos de la vida sin este trabajo interior.
Una manera de hacerlo es corregir las seis alineaciones corporales (3 ejes verticales y 3 ejes horizontales) con estiramientos para activar la fascia, ese tejido conector o red indivisible que abarca todo el cuerpo.
“Cuando tu cuerpo está recto y derecho, tus huesos tienen una buena estructura; cuando la estructura es firme, resistente, robusta y sólida, entonces tu energía vital “Qi” es fuerte y correcta. Por lo tanto, tu espíritu y tu energía eterna también lo serán.
Master Liu Deming, heredero de la Tradición Liu He Zi Ran Men en 5 generación
Los antiguos mexicanos fueron más allá con el arte de «abrir el corazón».
A todos nos viene a la mente las imágenes de los rituales religiosos de autosacrificio con punciones de sangre, y los sacrificios humanos para extraerles el corazón con cuchillos de pedernal, realizados en los altares de las pirámides como ofrenda a sus dioses. Hechos que fueron narrados por los primeros conquistadores o por ellos mismos a través de su arte.

Aunque las escenas nos resultan escalofriantes, es una parte muy importante para comprender la cosmovisión de los pueblos mesoamericanos. A través de esos rituales religiosos, por un lado, honraban y alimentaban con su sangre -el elixir de la vida- a los dioses que primero se autosacrificaron para dar origen al Quinto Sol y a los hombres (La Leyenda de los Soles, manuscrito náhuatl de 1558, basado en un códice hoy desaparecido). También creían que el Sol moría cada día al atardecer y resucitaba al amanecer, por lo que con sus sacrificios de sangre, ayudaban a su dios a salir victorioso de su tránsito por la bóveda celeste y el Inframundo. Menos conocida es su idea del corazón fuerte y bondadoso reflejada en su literatura.
Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
— Ms. Romances de los señores de Nueva España, fols. 36 r.
Como una pintura
nos iremos borrando.
Como una flor,
nos iremos secando
aquí sobre la tierra.
Como vestidura de plumaje de ave zacuán, de la preciosa ave de cuello de hule,
nos iremos acabando…
— Ms. Cantares mexicanos, fol. 17 r.
¿A dónde iremos
donde la muerte no existe?
Mas, ¿por esto viviré llorando?
Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
— Ms. Cantares mexicanos, fol. 70r.
El reconocido historiador mexicano Miguel León Portilla, quien tradujo estos poemas del náhuatl, los explica añadiendo que el punto de partida del sabio, poeta y señor de Tezcoco (muerto en 1472 a los 71 años), “parece haber sido su profunda experiencia del cambio y del tiempo, en lengua náhuatl, cáhuitl, “lo que nos va dejando” […] Si el jade y el oro se quiebran y rompen, los rostros y corazones, más frágiles aún, por muy nobles que hayan sido, como flores habrán de secarse y cual si fueran pinturas quedarán borrados […] Nezahualcóyotl mismo enderezó su corazón, lo que equivale a decir, entendiendo la connotación náhuatl de yóllotl (corazón), que dio un sentido a su movilidad, a su núcleo dinámico. Fortalecido el corazón, Nezahualcóyotl afirma haber descubierto el significado profundo de “flor y canto”, expresión náhuatl del arte y el símbolo, para poder acercarse gracias a él, desde tlaltícpac (desde la tierra), a la realidad de “lo que está sobre nosotros y la región de los dioses y de los muertos” (Miguel León-Portilla, “Quince poetas del mundo náhuatl”).

Y del sacrificio de los corazones humanos vivos, pasaron al de Cristo muerto en la cruz y resucitado al tercer día, al adoptar la religión católica de los conquistadores españoles.

Y a los corazones milagritos de plata, oro o latón -según sus posibilidades económicas-, que aún hoy en día se cuelgan en los ropajes de los Cristos, Vírgenes y santos de las iglesias para agradecerles su intersección, o solicitar sus favores, y que se hicieron mucho más conocidos en el último siglo, gracias a Frida Kahlo y Diego Rivera. Corazones de hojalata que fluctúan entre arte popular, amuletos religiosos y objetos kitsch.

Hace unos días me convertí en mediadora -a la vez que traductora- de un diálogo escrito que se prologó varios días debido a las diferencias horarias (Australia, España y México) entre el Maestro Liu Deming y Tonal Israel del grupo Balam Kan, que esos días se encontraba trabajando en las bahías de Xochimilco.
Tonal suele escribir sus mensajes con palabras, expresiones y frases en náhuatl, maya y español, pero la principal dificultad para traducirlo al inglés radica no sólo en mi desconocimiento del idioma náhuatl y maya -que transcribo literalmente- sino en ¿cómo reflejar la belleza poética de un lenguaje que es hablado desde el corazón? Porque Tonal habla con el corazón en las manos y sus sencillas palabras -aunque sean pocas- se sienten cercanas, vivas, impregnadas de matices y dimensiones, como si fueran alas invisibles que te arropan cálidamente, igual que una sonrisa.
Tal vez, quizá, porque sus palabras “apapachan” -de la voz náhuatl patzoa y la palabra papatzoa, o ablandar fruta con los dedos-, es decir, que abrazan y acarician con el alma y de paso, ablandan el corazón.
Transcurridos unos días, mientras escuchaba al sacerdote jesuita Javier Melloni (vídeo), encontré otra clave para comprender esa sensación que me despiertan las palabras de Tonal. En un momento de su diálogo, el jesuita narraba la anécdota que le contó un compañero español -también teólogo-, al reencontrase con él después de su viaje y su estancia en las comunidades mayas del sureste mexicano:
Llevaba varios días con la comunidad, y al final del día tenía una charla con toda la comunidad para hablar de diferentes asuntos, y el último día, “un muchachito de unos 7 o 10 años se le queda mirando y le dice:
— usted cuando habla, dice palabras fritas
— entonces él no entendió, ¿palabras fritas? ¿Te refieres a papas fritas?
— ¡No, no! Usted cuando habla, pronuncia palabras fritas.
—¿Qué quieres decir? No te entiendo.
—¡Sí, sí padrecito, sí! Cuando habla mi gente, pronuncia palabras verdaderas, en cambio cuando habla usted, suenan a palabras fritas.
Se quedó helado. Profesional de la palabra. Profesional de la vida y mientras tanto, la palabra verdadera queda sepultada por la palabra erudita o la palabra técnica, la palabra que nos usurpa el don de la vida […] porque a veces, desgraciadamente, no son sólo fritas sino refritas; porque tenemos tanto vocabulario sobre lo de siempre, que supone lo que vamos a decir, y ya sabemos cómo va a acabar. Este es el gran peligro de todo relato conocido, de todo relato anticipado […] Hemos quedado atascados en los mismos relatos que están puestos para que nos despierten.
— Javier Melloni
Aunque el sacerdote jesuita hablaba dentro del marco de religioso para la preparación de la Semana Santa católica (2021), la reflexión es igualmente aplicable para contemplar los cofres, entornos y relatos que cada uno construye dentro y sobre sí mismo, y a partir de los cuales dificultamos la irrupción de lo nuevo y lo espontáneo en nuestra vida.

Y de la palabra que lo apapacha, a la palabra refrita que lo apaga, a la palabra que lo moviliza con sus trazos y sus canciones, o la que lo atraviesa, lo aviva y lo consume en el éxtasis de la unión espiritual que conlleva recordar y revivir la experiencia mística, como “la transverberación” de Santa Teresa de Ávila (se celebra el 25 de agosto).
Ya toda me entregué y di
Y de tal suerte he trocado
Que mi Amado para mi
Y yo soy para mi Amado.
Cuando el dulce Cazador
Me tiró y dejó herida
En los brazos del amor
Mi alma quedó rendida,
Y cobrando nueva vida
De tal manera he trocado
Que mi Amado para mí
Y yo soy para mi Amado.
Hirióme con una flecha
Enherbolada de amor
Y mi alma quedó hecha
Una con su Criador;
Ya yo no quiero otro amor,
Pues a mi Dios me he entregado,
Y mi Amado para mí.
— Santa Teresa de Ávila

Un corazón ardiendo en llamas por el éxtasis de la pasión que se convierte en reliquia, amuleto, joya o milagrito, y que nada tiene que ver con el hueco vacío de la pintura de Frida Kahlo titulada «Corazón», ni con las heridas punzantes de la carta del tres de espadas del tarot de Marsella, las canciones del corazón roto, el vuelo mortal del Ícaro, ni las hogueras «purificadoras» de la inquisición religiosa.
Un corazón ardiendo -a diferente intensidad- que tiene más que ver con la Oda a la alegría de Beethoven, las veladas románticas, la chimenea encendida en el hogar, la celebración con fuegos artificiales, la zarza ardiente de Moisés, la llama del Espíritu Santo, la luz cegadora de Cristo resucitado, la chispa de la vida de la concepción, el canal de luz del nacimiento, el fuego de Prometeo, la flecha ardiente de Cupido, el mapa de las estrellas, la esperanza en la estrella fugaz, la explosión creadora del Big Bang, el incendio transformador del Fénix o del orgasmo.
Por que el fuego es el elemento del corazón que revitaliza, fortalece, vigoriza, revive, purifica y transforma la vida.
El fuego que cuando arde de forma armoniosa, es fuente de vida, pero también, la causa del deterioro, la extinción y hasta la muerte cuando está descontrolado.
Arder (del latín ardēre).
Sinónimos: quemar, abrasar, incendiar, incinerar, achicharrar, calcinar, carbonizar, chamuscar, encender, prender, flamear, llamear, crepitar, chispear, calentar, asar, enardecer, excitar, acalorar, apasionar, agitar, incinerar, consumir, deslumbrar.
El fuego estable que no se consume refleja la armonía del corazón –color rojo-, pero también el equilibrio del fuego de la Puerta de la Vida (Ming Men, DU4 o GV4) que transforma la esencia vital en energía «Qi», porque ambos están conectados y se alimentan entre sí a través de los caminos energéticos internos, como el que va de Ming Men a Shan Zhong que enseña el Maestro Liu Deming en este breve vídeo.
Y dependiendo de ello, las personas podemos exhibir tanto exceso como falta de energía. Lo explica muy bien Tino Álvarez -discípulo del Maestro Liu Deming- en esta entrevista (podcast el Propósito de Rafa). A manera general:
- Desequilibrio: falta de entusiasmo, ausencia de risas, ansiedad, depresión, histeria, celos, anhelo de amor, dificultad para respirar, sensación de frío en el pecho y en las extremidades, sudor frío, palpitaciones, incapacidad para hablar, falta de memoria y sueño inquieto.
- Equilibrio: amor, tranquilidad, dulzura, optimismo, crecimiento emocional y espiritual, ganas de vivir, control de los pensamientos y de los sentidos, conciencia y sabiduría.
Entonces, cabe preguntarse ¿cómo podemos revitalizar la energía del corazón cuando está débil y apagándose?

Si ¡Sonríe! En lugar de «abre tu corazón y sonríe«, «SONRIE y abre tu corazón».


Aunque les parezca banal y descabellada la propuesta, los experimentos llevados a cabo en las universidades han demostrado que «nuestros cuerpos cambian nuestras mentes, nuestras mentes cambian nuestro comportamiento y nuestro comportamiento, cambia nuestros resultados.» Y aunque te sientas como un impostor o un farsante, vale la pena «fingirlo hasta que lo estés/seas» como sugiere Amy Cuddy, así que levanta los brazos en señal de victoria y ¡sonríe!
Cuando sonríes, sigue sonriendo
Louis Amrstrong. Canción “When you’re smiling”
El mundo entero sonríe contigo.
Si, cuando estas riendo, oh, cuando estas riendo
El sol sale brillando.
Pero cuando estas llorando, traes la lluvia
Así que para de suspirar y sé feliz
Si, y sigue sonriendo, sigue sonriendo
Y el mundo entero sonreirá contigo.
Ingrid Malefant, una extraordinaria mujer que a sus 85 años de edad se convirtió en discípula del Maestro Liu Deming, nos recuerda constantemente en sus clases que debemos empezar a practicar el Qigong relajando el rostro, cerrando los ojos y trayendo a la memoria el momento más bello de nuestra infancia -o de nuestra juventud, o recordar nuestro lugar favorito-, y sostener ese momento -perpetuado en el tiempo- con una sonrisa.
«Esto, el ser humano es una casa de huéspedes
Cada mañana una nueva llegada.
Una alegría, una depresión, una mezquindad,
alguna conciencia momentánea que viene
como un visitante inesperado.
¡Dales la bienvenida y entretenedlos a todos!
Aún si son una multitud de dolores,
que barren violentamente tu casa
vacían sus muebles,
aún así, trata a cada invitado con honor.
Puede que te estén limpiando para un nuevo deleite.
El pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia,
Encuéntralos en la puerta riendo,
e invítalos a entrar.
Agradece a quienquiera que venga,
porque cada uno ha sido enviado
como guía desde el más allá «.
Rumi
Sin embargo, si sientes que has perdido la conexión, puedes llevar a cabo esta preciosa y potente meditación del Artequipo Fuego de Preslava Natova, para ayudarte a descubrir o re-conectar con el detonador personal de la llama de tu vida. O equilibrar la energía a través de tu alimentación con Marisol Escalera, la herbología y la terapia manual (masajes) con el maestro Mario Silva o con flores de Bach gracias a Vicenta Romero. O simplemente, activarlo creando música con el tapeo de las manos en el cuerpo, igual que estos estudiantes franceses.
Así como la estación del verano está asociada con el elemento del fuego que trae la alegría, el calor, el buen tiempo, la ropa ligera, las celebraciones al aire libre, las verbenas y las hogueras de San Juan, la reunión con los amigos, el regreso al hogar, las vacaciones estivales, la maduración de todas las semillas plantadas en la primavera y los frutos de los árboles de la temporada, «el amor es el florecimiento del ser humano. De hecho, es lo que somos en plena «floración» (Natural Health Zone).
Finalmente, el fuego es el elemento mas destructor a corto y a largo plazo.
Antes de la pandemia del 2020, las enfermedades cardiovasculares eran la principal causa de muerte en el mundo (más de 17,9 millones de personas al año). Para recordarnos su importancia, celebramos el Día Mundial del Corazón (último domingo de septiembre) y por supuesto, el amor y la amistad en el día de San Valentín, el Día del Padre, el Día de la Madre…
Valga decir, que si no nos desprendemos de la cobija que arrastramos -la misma que en su momento nos arropó, nos cubrió y nos dio calor-, nos encaminamos hacia la disminución y la extinción de nuestro propio fuego interno.
Quizá, al igual que hizo Tita en la película Como Agua para Chocolate -inspirada en las palabras de la Luz al Amanecer, la abuela del doctor que la trata en la clínica- debamos quemar la caja de cerillos que llevamos en el interior para encender la chispa del corazón y avivar el fuego de nuestra pasión por la vida.
¡SONRIE Y ABRE TU CORAZÓN!
Por Ana Isabel Villaseñor Urrea
T(I)IPs
Para Fotalecer el corazón:
- ¡Sonreir!
- Alimentación sana rica en Omega-3, Ácido fólico, zinc, hierro, calcio, vitamina K, antioxidantes y flavonoides como: nueces, brócoli, fresas, salmón, chocolate negro (más 75% de cacao), cúrcuma, legumbres, curry, té verde, aceite de oliva, vino tinto.
- La acupuntura:
- Tino Álvarez en Madrid: 696.925.820,
- Mario Silva en Guadalajara y Colima, México: +52 312 330 6196.
- Caminar todos los días.
- Ejercicio de estiramientos para la fascia como el YOGA, Pilates, Qigong, Técnica Alexander, Gyrotónic.
- Practicar las ARTES MARCIALES como el Taichi, el Kung Fu y el Bagua.
- Online bilingüe español/inglés:
- Maestro Mario Silva (Guadalajara y Colima, México) del estilo Wudang.
- Sifu Adam Martín discípulo del Maestro Liu Deming (clases online desde Australia, en español y en inglés) del estilo LIU HE ZI RAN MEN.
- Online en inglés: Daoist Master Wu Dang Chen, maestro de Mario Silva.
- Online bilingüe español/inglés:
- Sonido vocal «ah».
- Cantar en voz alta.
- ¡Exprésate! de manera oral, escrita y visual.
- Hablar con un terapeuta profesional.
- Las artes escénicas.
- Bailar en pareja y en grupo. Para quienes se perdieron el reto de Jerusalema, aquí tienen un vídeo con la coreografía.
- Escuchar Música. El sonido de las percusiones acelera el ritmo al corazón y lo vigoriza.
- Meditación centrada en el chakra corazón.
- Colocar las manos sobre el pecho para sentir y conectarnos con los latidos del corazón.
- Al cerrar los ojos para dormirse, recordar un momento feliz de su vida.
- Evitar el sobrepeso, la tensión y el estrés.
- Automasajes con las manos en el pecho.
- Masaje abdominal “Chi Nei Tsang” (“Chi” significa energía y “Nei Tsang” órganos internos para favorecer el flujo de energía y liberar los excesos y estancamientos acumulados, lo que contribuye a que los órganos vitales funcionen correctamente.
- Automasaje o acupresión en del punto de acupuntura HT8 (C8) Shaofu, el Pequeño Palacio, es como un manantial que te hace sentir como si viajaras a la misma casa de los dioses para alimentarte, bañarte, limpiarte y descansar cuando estás enfermo o luchando. Llena de fuego, calor y amor, además de darte la fortaleza para florecer y brillar.

Una respuesta a «Abre tu corazón y sonríe»
Está super interesante, me ha servido mucho, me doy cuenta de que camino con la cabeza hacia adelante haciendo una pequeña joroba en mi espalda. Este trabajo tan bien hecho me sirve para leerlo y releerlo. Voy a poner en práctica los concejos que nos das. Muchas gracias por esta maravillosa información que conecta lo médico con lo espiritual!!
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